IV.
Cómo explicar la curva celeste
que planea sobre los árboles esta noche
y señalar con algún gesto
brillante el arte casual en los bordes
que caen a mis ojos que van
endureciendo en un placer sensato
y hablan a lo lejos del misterio
de crecer que los chicos no aprenden.
No abandones tu ser por gravedades féretro
íntimas misericordias
la aventura esencial de un
instante claro nos mantiene despiertos
pronuncia a los árboles de la
noche tu llegada con un roce.
A veces
la virtud de un paisaje nos llena
de reflexiones tardías
precipitándonos del cielo como
dientes rotos.
Quiero que de mi no guardes nada
sólo lo que he aprendido
el fin del cielo
es otro cielo
y aun vivimos de un lugar que nadie sabe.
Sal, ahora, y desmiente
planea sobre la curva celeste de
los árboles esta noche
el espejo teatral de ser hombre nos ha
desaparecido
y algunas flores jamás nos dejarán totalmente
desnudos.
Quiero que ya no se hable
se sienta el viento
el estallido impreciso, el
corazón desbordado
el viaje eterno entre nubes
ardientes
todo te pertenece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario