jueves, 19 de febrero de 2015

tres de la tarde




Si te dijera
que cuando hago poemas
frente a una computadora
en calzoncillos,
descorro las cortinas
miro la ropa colgar
y no estoy triste.
Es el infinito abajo
del agua azul
la sensación
que no ha cambiado.
Vuelvo a verte 
de espaldas en un bosque.
Si lees esto
creerás insensata
mi persistencia
en tal ocaso
en tal agujero
y yo creo
que no estás equivocada:
serás feliz con quién estés

miércoles, 4 de febrero de 2015

Sigue siendo promesa de aguacero


La tucumana del kiosko
sentada afuera
ni necesita saber
porqué sonríe.
Jurados de belleza
ofrecen su veredicto,
dos policías
    castigan
        a palos
lo que los fotógrafos buscan
lo que los artistas empeñan
en el plató del futuro.
Ni el pueblo dejado atrás
ni la oscilación del ombú
la nostalgian
la tucumana cree
susurrada por su dios minúsculo y ajeno
que si este cielo gris
de posibles lluvias
sigue siendo promesa de aguacero
el futuro debe ser la única verdad.
No se hable más.

lunes, 2 de febrero de 2015

¿te alcanza está ciudad vapor?

En todas partes revoleado
y los atardeceres lejanos
encintan el corazón
siempre blando.

Al resguardo
persigo una existencia otoñal:
los ritmos del placer
caen
caen
en la cárcel del pensar.

Me convenzo:
lo que falta
es lo que no existe
y porque puedo decirlo
no va a desvanecerse.