Dieciocho bellas velocidades.
Perdido me siento a salvo.
1,2, el corazón intenta
y firma al sol
su despegue.
Digo nombres
y al frío, invierno
aunque sueno
a bramido de costillas.
Y los días pasados
cuelguen paredes
atrás del mar
que nos incendia.
Y ya no pensemos
que piensen de nosotros
Y no
aquí, en la mesa
con estos centímetros ardientes
que nadie lleva.
Sólo un buen día
sin lamentos.
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